Introducción

Nube de Agua y Nube de Agüita

Teresa de la Parra

Teresa de la Parra nació en 1889 en París, Francia.  Sin embargo, sus influencias se encuentran profundamente en Venezuela. Ella pasó gran parte de su niñez en Tazón, la hacienda de su padre (“Parra”). Los recuerdos de su niñez allí fueron parte de la inspiración de su novela, Memorias de Mamá Blanca, publicada en 1929 en Venezuela.  Ella es conocida por su voz femenina y progresiva en una época dominada por las novelas telúricas con temas machistas que representan las mujeres libres como “devoradora[s] de hombres” (Plaza).

A comienzos del siglo XX hubo en Venezuela un cambio económico de la industria agrícola a la del petróleo bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez.  A causa del éxito de la industria de petróleo, la agrícola decayó notablemente (Myers 224). Este cambio creó “una crisis de la identidad y posteriormente de la autoridad” (Sloan 114). Se pueden ver los temas de la autodeterminación y la legitimación de la identidad venezolana en Memorias de Mamá Blanca (Sloan 114).   Piedra Azul, la hacienda azucarera donde se desarrolla la trama de la novela, es la fuente de poder para la familia, pero hay conflictos y tensiones entre el pasado idealista y la realidad. (Sloan 115). El personaje Daniel es la manifestación de esta tensión.

Daniel representa la subversión de la autoridad en Piedra Azul (Sloan 117) por el uso de un “inteligente humor” y “la ironía” en la narrativa (Bohórquez 15). Él gobierna las vacas lecheras como su propia república con el poder de su personalidad y sus canciones. Aunque, su posición en la jerarquía de la hacienda es muy baja, él tiene el poder sobre las vacas y cierto poder manipulador sobre su patrón, don Juan Manuel. Para las niñas de la hacienda, él es un poeta y héroe, pero años más tarde la narradora entiende que Daniel también tiene un lado negativo.